Ansiedad: La desconexión con uno mismo y los demás

La ansiedad se ha convertido en uno de los trastornos mentales más comunes del mundo, afectando a aproximadamente 301 millones de personas, según la ONU. Su impacto es inmediato y determinante, ya que no solo afecta al individuo que la padece, sino que también crea una desconexión en el equipo de trabajo. Esta desconexión puede dar lugar a un ambiente laboral negativo, donde la falta de compañerismo se alimenta, el desgano se contagia y las relaciones se tornan tóxicas.

El Efecto de la Ansiedad en el Entorno Laboral

Cuando una persona experimenta ansiedad, su capacidad para conectarse con los demás y consigo misma se ve comprometida. Esto puede manifestarse en diversas formas:

  • Ambiente Negativo: La ansiedad puede generar un clima laboral tenso y poco colaborativo. Las interacciones se vuelven superficiales y las relaciones entre compañeros pueden deteriorarse.
  • Desgano Contagioso: La falta de motivación de un miembro del equipo puede influir en el resto, creando un efecto dominó que afecta la productividad general.
  • Relaciones Tóxicas: La incapacidad para gestionar la ansiedad puede llevar a malentendidos y conflictos interpersonales, lo que contribuye a un entorno laboral hostil.

El filósofo griego Epicteto decía: «El problema no es lo que nos sucede, sino lo que pensamos acerca de lo que sucede.» Esta frase resuena profundamente en el contexto de la ansiedad. Los problemas personales y laborales son inevitables; sin embargo, nuestra manera de enfrentarlos es lo que realmente podemos controlar.

La Importancia de Reconocer y Tratar las Emociones

Las bajas laborales por enfermedad mental están en aumento, lo que subraya la necesidad urgente de abordar la salud emocional en el trabajo. Reconocer y tratar nuestras emociones es fundamental para tomar decisiones efectivas y saludables. Aquí hay algunas estrategias clave:

  1. Incorporar Hábitos Saludables: Establecer una rutina diaria que incluya ejercicio físico, alimentación equilibrada y tiempo para el autocuidado puede ayudar a mitigar los efectos de la ansiedad.
  2. Buscar Apoyo Profesional: Contar con un mentor o coach durante un período determinado puede ser invaluable. Un mentor ayuda a evaluar cuáles son las emociones predominantes y ofrece herramientas para encontrar un equilibrio emocional.
  3. Fomentar la Inteligencia Emocional: Las empresas que entienden la importancia de promover espacios dedicados a la inteligencia emocional dentro del ambiente laboral serán las más beneficiadas. Esto no solo mejora el bienestar individual, sino que también potencia el rendimiento colectivo.

Conclusión

La ansiedad no debe ser ignorada ni minimizada; su impacto puede ser devastador tanto para el individuo como para el equipo. Al abordar esta problemática desde una perspectiva proactiva—reconociendo las emociones, estableciendo hábitos saludables y fomentando un ambiente laboral positivo—podemos romper el ciclo negativo que genera desconexión. Las empresas tienen una oportunidad única para liderar este cambio al priorizar la salud mental y emocional de sus empleados. Al hacerlo, no solo mejorarán la calidad de vida laboral, sino que también potenciarán su éxito organizacional a largo plazo.

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